El problema no son tanto los sobres, que tanto se mencionan por aquí, ni a dónde o quién han ido a parar. El problema reside en de dónde vienen, y a cambio de qué ha recibido un partido político, que actualmente dirige este país, tanto o tan poco dinero. Qué favores se han hecho a cambio de ese dinero. Qué han comprado con él al entregárselo a nuestros «bienamados» dirigentes.
El problema, si me apuras, tampoco es tanto ese como la certeza de que vivimos en un entramado económico-político (llámalo «el sistema») que permite esas «Cadenas de favores». El problema es que, destapar esto, sólo nos hace darnos cuenta de con qué fácilidad, tanto estos como otros, pueden vender lo nuestro por cuatro perras gordas.
El problema es que exigimos con vehemencia una dimisión, unas elecciones anticipadas, sin darnos cuenta de que el problema no es a quién elijamos, sino dónde lo coloquemos. El problema es no cambiar ese entramado que permite (e incluso, diría yo, favorece) este tipo de compra-venta de bienes y derechos de todos nosotros. Siempre que exista esa posibilidad, habrá alguien que la aproveche. No lo dudéis.
El problema es que, como en nuestro «panorama político» no existen soluciones creíbles, nos venderán como buena una dictadura económica desde «La Troika», una marioneta, cuyos hilos serán manejados por los mismos que manejan los de nuestro actual títere-gobierno, los anteriores dueños del dinero que ahora ocupa sobres y sobres por todos lados. Y el problema será que nos lo creeremos.
El problema es que no sabemos que existe una SOLUCIÓN.
Y que esa SOLUCIÓN somos NOSOTROS.
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